Venezuela dolarizada y en creciente pugna con Estados Unidos
Mientras la crisis política del país se agrava por la presión de Estados Unidos, que desplegó barcos destructores y aviones en una operación “antinarcóticos”, su economía se encamina hacia la dolarización casi completa. Algunos se preguntan si tanta moneda extranjera tiene que ver con el lavado de dinero.
- T+
- T-
Cuando en noviembre, el presidente Nicolás Maduro reconoció abiertamente el uso de la moneda extranjera, al calificarla como la "válvula de escape" de la economía interna, admitió el fracaso del control cambiario vigente desde 2003 y que tantas dudas genera, ante las evidentes fortunas venezolanas expatriadas.
Según Datanálisis, la mayor encuestadora del país petrolero, con más de 34 años de experiencia, cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999, los venezolanos ya tenían guardados en el extranjero más de US$ 100 mil millones. "En ese entonces era un país sobreevaluado, se recibían muchísimos dólares y la costumbre de ahorro creció rápido después del 'viernes negro' del 19 de febrero de 1983. Los venezolanos empezaron a ahorrar en el exterior, para no correr riesgos", explica el economista Luis Vicente León, presidente de Datanalisis.
Hoy, la riqueza con origen venezolano, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se estima por encima de los US$ 500 mil millones, "lo que se explica por fortunas del chavismo", añade León.
Pero en 2015, el gobierno de Nicolás Maduro perdió la capacidad de controlar la economía, en una Venezuela minimizada, con una caída del 30% en la producción petrolera, con sanciones financieras de EEUU y la Unión Europea, lo que explica en parte su resignación ante la dolarización.
¿De dónde vienen los dólares?
Obviamente no vienen del petróleo, que era de donde procedían clásicamente los recursos del Estado. La dolarización se produjo porque se perdió el valor del Bolívar y las divisas, "vienen de un montón de actividades no convencionales, no tradicionales y no sancionables, que antes eran mucho menores o no existían", explica León.
Los venezolanos que aún viven en el país han repatriado buena parte de sus ahorros en divisas para financiar sus negocios o costear sus vidas. También llega dinero extranjero de las remesas generadas por los millones que emigraron. Y una tercera fuente es la explotación -legal e ilegal- de oro, que es una de las entradas de dólares más importante en la Venezuela de hoy.
Aunque no existe una cifra oficial, la producción aurífera se estima entre US$ 2.000 millones y US$ 3.000 millones al año.
A esas fuentes, se debe sumar el contrabando en las fronteras, ya que pese al problema de abastecimiento de gasolina, la mafias asociadas a la corrupción siguen sacando miles de litros de combustible subsidiado del país. Llenar un camión de gasolina cuesta en Venezuela US$ 3 y lo venden en US$ 25 dólares en Cúcuta, Colombia. Es un negocio imparable, casi como la cocaína.
Al haberse dolarizado la economía, Venezuela se convirtió en una especie de paraíso para el lavado de dinero, ya se que pueden incorporar sin control algunos sus billetes al sistema monetario.
Aunque la mayoría de la población no tiene acceso a las divisas, se estima que ha aumentado a un 38% los que sí lo tienen. El otro 62% es una población muy empobrecida, cuya capacidad de adquisición de bienes está restringida, depende del Estado, los subsidios, el sistema paralelo de distribución de alimento y bonos. Diversas organizaciones y emigrantes dicen que con ello el gobierno mantiene el control de la población.
Y aunque no hay libertad para transar divisas, a través de 'una mesa de cambio' el gobierno contacta a quienes tienen dólares -principalmente bancos, pero también personas naturales y jurídicas- para la asignación de divisas a una tasa de cambio que se publica todos los días en la página del Banco Central, de manera tal que el control "se ha flexibilizado mucho", explicó desde el exilio, el político y economista venezolano, José Guerra a DF.
Regresan a cobrar en dólares
A pesar del bloqueo económico en Venezuela, el país sigue en movimiento y el conflicto político ha desgastado a la población. Hay que "sobrevivir", lo que para León explica por qué la mayoría no se rebela ante el régimen. Y la dolarización se ha convertido en una nueva oportunidad para otro grupo, no menor de más de 16 mil venezolanos que decidieron regresar, después de pasar varios años en el exterior.
Aunque existe una gran dicotomía entre los venezolanos que viven dentro y fuera del país, comparten un especial interés por el tema político y la necesidad de un cambio de rumbo.
Pero, lo importante es la supervivencia.
El venezolano que vive en Chile -de hecho, la comunidad venezolana se convirtió en el 2019 en la más numerosa del país, con 400 mil personas aproximadamente-, Colombia o Miami tiene una vida distinta.
Y los que regresan a Venezuela son en su mayoría profesionales que pueden hacer dinero con la dolarización, que aunque es una burbuja, ofrece una expectativa de vida mejor, pese a la situación política. Por ejemplo, un médico venezolano que hace apenas un par de años cobraba $3 o $5 por una consulta y cuyo único sueño era venirse a Chile, ahora cobra US$30 o US$50.
Fotos desde Caracas: Rafael Hernández @sincepto
Hiperinflación dolarizada
La inflación en Venezuela es alarmante. Tras la flexibilización del control de cambio, en 2019 , el costo de la vida llegó a 9.585,5% -cifra entregada por el Banco Central de esa nación-, mientras que según la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, habría alcanzado 7.374,4%
La hiperinflación escaló y se convirtió en un fenómeno. Al mismo ritmo que crecen los precios en bolívares lo hacen en dólares y se ha perdido más del 60% de capacidad de compra en divisas en el país sudamericano.
Guerra destaca que el flujo de bolívares en Venezuela es limitado, porque el Banco Central tiene una política muy restrictiva del control de la liquidez y los bolívares escasean, porque "no hay billetes suficientes para todo el ritmo inflacionario que tiene el país".
Mientras que, desde Caracas, León alerta que el proceso hiperinflacionario está entrando en una fase de desaceleración, porque al abrirse la economía y masificarse el uso de divisas se ha ido reduciendo un poco la presión sobre los precios. Pero sigue siendo altísima, porque no hay producción suficiente, se deben importar miles de productos y sobre todo, porque no hay confianza.
El despliegue de Trump
Y por si fuera poco, Donald Trump volvió a poner a Venezuela en su agenda. Esta semana el presidente de Estados Unidos anunció el despliegue de una fuerza naval y aérea cerca de aguas venezolanas, que fue muy bien recibido por la oposición a Maduro, cuyo principal representante, Juan Guaidó, respaldó la ofensiva del jefe de Estado norteamericano contra el "narcotráfico".
Trump especificó que "el Comando Sur de los Estados Unidos aumentará la vigilancia, las incautaciones, el despliegue de aeronaves, naves y helicópteros" en la zona, mientras que el secretario de Defensa, Mark Esper, justificó la medida, asegurando que "el régimen ilegítimo de Maduro se beneficia del tráfico de drogas". Lo que provocó la reacción del aludido, quien retrucó que "la furia bolivariana está lista y preparada".
Están por verse aún los efectos políticos y, sobre todo, económicos de esta ofensiva.
Fotos desde Caracas: Rafael Hernández @sincepto